Unidad Curricular; Socialización
Facilitadora: Dra. Katiuska Carreño
Participante; Dairis León
C.I. 13.256.158
Sección “B”
LA FORMACIÓN UN MEDIO CON UN FIN MISMO
La
educación, a través de la historia, ha sido considerada como el recurso más
idóneo y el eje rector de todo desarrollo y renovación social. Mediante el
proceso educativo se transmiten los valores fundamentales y la preservación de
la identidad cultural y ciudadana; es la base de la formación y preparación de
los recursos humanos necesarios, donde la escuela se convierte así, en el
espacio de aprendizaje para la adquisición y difusión de los conocimientos
relevantes y el medio para la multiplicación de las capacidades productivas. La formación permanente es una de las cinco
líneas prioritarias y se consideró que más allá de procesos de habilitación,
ella debía crear condiciones para impulsar el espíritu de superación y una
actitud de indagación hacia los cambios y experiencias de aprendizaje. De allí,
entre Las otras cuatro líneas propuestas por el Ministerio del Poder Popular para
la educación (2012) destacan: fueron: (a) la definición y rasgos del perfil
profesional del docente a formar, (b) los elementos básicos de la estructura
curricular, (c) los títulos y certificados de competencia a otorgar y (d) la
profesionalización de los docentes en servicio.
Es por ello que en Venezuela los espacios de
formación profesional de los docentes están enlazados a los cambios sociales,
políticos y educativos. Surge, entonces, la inquietud por los sentidos que
adquiere la formación permanente en las prescripciones y normativas legales y
los modos cómo los docentes, especialmente de niveles de educación primaria,
entienden dichos espacios; la preocupación por conocer el entramado entre los
planteamientos teóricos y los procesos de aplicación.
Lo anterior, justifica la búsqueda de marcos
explicativos y cuerpos teóricos válidos para atender esta nueva arista del
fenómeno educativo ligado al profesional docente, por lo cual, este artículo se inserta en el debate en torno no sólo a la
necesidad sino también a la posibilidad de la formación permanente del docente
venezolano en el nivel de educación primaria con miras a su desempeño en
espacio de aprendizaje significativo de educación primaria.
Interpretando
a Gómez (2013), se requiere otras concepciones de la figura docente, “Soslayar
su formación en términos puramente instrumentales o funcionales, superar el
planteamiento de un rol, profundamente arraigado en la cultura escolar, que
enfatiza el desarrollo de las habilidades técnicas y de gestión. (p.166). Una
mirada más focalizada en la dinámica de las prácticas pedagógicas de los
docentes lleva a inferir que éstas se legitiman apelando a un sistema social de
valores, ideas y procedimientos, consensuado en ese espacio vital donde ellas
se desarrollan.
En
tal sentido, es fundamental partí del hecho, que para lograr la formación del estudiante es
necesario formar primero al docente para que éste a su vez pueda orientar a los
estudiantes hacia el logro de los objetivos educacionales.