sábado, 9 de julio de 2016

CONSTRUYENDO  CULTURA INVESTIGATIVA  DESDE  LA COTIDIANIDAD

                                                         Autora: Mirtha  Montilla

Durante  las últimas  décadas  Latinoamérica  ha  tenido  grandes avances  en materia  de  educación  Universitaria. En este  sentido las  discusiones  sobre  la  interdependencia  entre  las  funciones  sustantivas  de la  Universidad  siguen   copando  la  escena  de  diversos  eventos  científicos  de  la  Región, especialmente la referida a la relación entre docencia e investigación y la relación entre la formación para la investigación y la  construcción  de  una  cultura  investigativa.Por  consiguiente hablar de las Universidades es hablar de espacios para  la  construcción  de  conocimientos y  el  intercambio  de saberes  y prácticas,  tal  como  lo plantean  Tamayo  y   Restrepo (2012) “La Universidad está inseparablemente ligada al “conocimiento” y no podemos concebir la Universidad, y menos la Universidad contemporánea sin la misión de tener que entendérselas con el saber” (p.10).

Es decir, la investigación  como  función y proceso  alcanza un lugar  privilegiado porque dada las situaciones  regionales  y nacionales se puede  convertir  en un elemento dinamizador  de  los  cambios y transformaciones  sociales, políticos  y económicos. El  conocimiento como  “bien social”  se convierte  en factor  estratégico  en la dinámica  social y comunitaria  surgiendo  entonces  una  relación  entre  investigación   y  vida  cotidiana, tomando especial   interés  la  cotidianidad  del  Docente  Universitario como  elemento que contribuye  a la formación  de una  nueva  cultura investigativa.

Existen diversas posturas sobre  la  cultura investigativa, Restrepo (2001)  la concibe como “ manifestación cultural  que  comprende  organizaciones, actitudes, valores, objetos, métodos ytécnicas, todo en relación con la investigación, así como la transmisión de la investigación o pedagogía de la misma.”- Al  referirse  a  Organizaciones  asume  que la investigación  se inicia  como actor  particular  y  después  se  convierte  en acciones  colectivas  de docentes  y participantes,  donde  coinciden  la curiosidad, el debate, el intercambio  de ideas,  de metodologías  y procedimientos.


En el mismo orden de ideas,   Barrera (2008)  afirma  que la cultura investigativa “constituye uno de los aspectos que identifica a la persona y contextos sociales, políticos y organizacionales, pues resume los saberes y presenta la formación y la experiencia histórica, lo que conforma un intangible de importante valoración profesional e institucional, pues personas y entidades con tradición y cultura investigativa están signados por práctica, propósitos y logros que garantizan éxito. (p. 54).  Este  autor  hace  énfasis  en  que  el  individuo  es producto  de un contexto  socio-cultural, la  historia  y  con ella las  experiencias  de  vida.

Sin embargo, la cultura   investigativa a que hace referencia el autor,  no nace sola, no surge por acto de  magia, ni se crea por decreto  en los consejos  directivos  de  las universidades. Por el contrario deben existir fundamentos, intenciones, esfuerzos y condiciones académicas y administrativas que contribuyan a su construcción, solo así, esta postura investigativa es capaz de generar impactos y resultados en los procesos investigativos que de ella  se derivan. Debe estar  presente  tanto  en los  proceso  formativos  curriculares  como extracurriculares  y en  las  actividades  de interacción  social  que  se  desarrollan en la universidad. De igual forma, está vinculada a la cotidianidad.

 Por  consiguiente, esa  cotidianidad  está referida  a  ese proceso  de  comunicación,  de   convivencia, al  día  a día  de la praxis  docente,  al cumulo  de  experiencias  de orientación  aprendizaje. En  este  sentido, la vida  cotidiana  se convierte  en un referente  teorico-conceptual  para los Docentes investigadores,  que  permite    a estos  abordar  la realidad  universitaria  desde  los procesos,  significados,  vivencias,  apropiación  social   y practicas  investigativas  de los  actores  que  intervienen  en esa realidad. La cotidianidad  es  un elemento  fundamental  de esa cultura investigativa y  existen  en  ella  contenidos  simbólicos, emocionales, valorativos, dialécticos  que  se dan entre  los  individuos. Por ello, para entender  esa cultura  es necesario descodificar  la  cotidianidad  docente.

.REFERENCIAS   BIBLIOGRAFICAS

Barrera, M. (2007). Reflexiones Acerca de la Cultura de la Investigación. Artículo de opinión. Carcas: Sypal.

Restrepo, B (2011). Cultura  Investigativa. Universidad  del  Cauca. Colombia.

Tamayo  Y   Restrepo (2012) Cultura  Investigativa  en  la  Universidad. Universidad ICESI.  Colombia.





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