FACILITADORA:
Dra. Katiusca Carreño
AUTORA:
MSc. Yelitza Tovar
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2016
El
ser humano en todos los tiempos ha necesitado comunicarse, desde modos
rudimentarios a los más complejos, sin embargo, la naturaleza humana por sí
misma, requiere que genere una forma de ver sus actuaciones, pensarlas y
ejecutarlas, lo cual le permite tener una percepción de sus posibles éxitos
futuros, es decir, su
personalidad consciente es guiada por medio de la información programada. Estos
programas los aceptan sin darse cuenta si los favorecen o nos dañan.
Simplemente allí están. Obviamente, se debe diferenciar el entender de
comprender, se entiende un hecho, una relación, una palabra, un método, en
cambio, se comprende una serie, un sistema, un plan.
En este sentido, la comprensión es
una aptitud elevada del pensamiento, que puede ser desarrollada eficientemente
con la programación neurolingüística. Así, una persona puede lograr el éxito con la Programación
Neurolinguística (PNL). Para la Psicóloga Jazmín Zambrano (1997), implica un
conjunto de técnicas destinadas a analizar, codificar y modificar conductas,
por medio del estudio del lenguaje verbal, gestual y corporal. Se llama “Programación”,
porque trata de un conjunto sistemático de operaciones que persiguen un
objetivo. “Neuro”, porque estudia los procesos que ocurren en el mismo sistema
nervioso, y “Lingüística” porque para ello se usa el lenguaje, expresado en
forma verbal o corporal.
Sin duda, la comunicación nunca
dejará de ser el modo en que se transmite la información y se fomentan las
posibilidades de vivir armónicamente en la sociedad de hoy, por ello, la
programación neurolingüística debe ser vista con amplitud, para mejorar el
mundo de posibilidades que propicia la eficiente gestión del conocimiento,
aprender a ver el universo con fluidez, comprender los criterios de los demás,
solucionar problemas armoniosamente, simplemente, instaura el deseo de forjar
la excelencia humana, sentir admiración por los logros de los otros y
satisfacción por los de sí mismo.
De igual manera,
la Gestión del Conocimiento (GC) según Del Moral, Pozos y otros (2007):
Consiste en poner a la disposición de los
miembros de una institución, de una forma ordenada, práctica y eficaz, los
conocimientos tanto tácitos como explícitos de todos sus miembros, que puedan
ser útiles para el mejor funcionamiento, desarrollo y crecimiento de la misma.
Por su parte, Logan (citado
por Valhondo, 2003), indica que la GC es la actividad organizacional de
creación del entorno social e infraestructura para que el conocimiento pueda
ser accedido, compartido y creado. Para Artiles (2002):
Es un
proceso sistémico de planificar, organizar, optimizar y controlar los
conocimientos en una organización, con el objetivo de desarrollar las
capacidades reales y potenciales del capital intelectual que facilite su
crecimiento científico, tecnológico e innovador, dando respuesta a la solución
de problemas.
Puede desprenderse de la revisión de todas estas definiciones,
que la GC está referida a la identificación, sistematización, disposición y
transmisión del conocimiento crítico o fundamental de una organización, apoyado
en herramientas tecnológicas, para poder lograr sus metas de manera adecuada y
eficiente, a la vez de permitir que, a partir el conocimiento disponible, se
obtenga nuevo conocimiento y se generen innovaciones que conlleven al
mejoramiento organizacional y del entorno, es decir, se hace referencia al
conocimiento que es estrictamente necesario para la realización o cumplimiento
de la misión u objetivo central de la organización.
Como se puede inferir, que las Instituciones de Educación Superior,
al igual que otras organizaciones están inmersas en un entorno marcado por la
era de la información y del conocimiento y por el uso de la tecnología de la
información y la comunicación (TIC) para el desarrollo de sus actividades. Sin
embargo, este tipo de organización tiene una característica que las diferencia
de muchas otras y es el hecho de que su principal elemento de trabajo es el
conocimiento, lo cual las pone en una posición privilegiada desde la
perspectiva de la GC, ya que la reproducción del conocimiento es un aspecto
rutinario
Es por ello, que las instituciones de educación superior
se presentan entonces como sistemas sociales en los cuales se crea, se
adquiere, procesa, conserva, transmite y se transfiere conocimiento, a través
de estructuras complejas que engranan las funciones de gerencia, docencia,
investigación y extensión, con el fin formar ciudadanos poseedores de
conocimientos que los facultan para el ejercicio profesional en diferentes
disciplinas, y que les permite la resolución de problemas sociales, científicos
y técnicos, en procura del mejoramiento de la sociedad.
En
síntesis, la Programación Neurolingüística (PNL) se presenta como una valiosa
herramienta gerencial si se quiere lograr una eficiente Gestión del
Conocimiento (GC) en Instituciones de Educación Superior (IES) pues como indica José Luis García, director de
Comercialización del “se necesita que las
personas que trabajan en la empresa estén bien a nivel integral, especialmente
aquellas que tienen el poder de tomar decisiones, pues, los conflictos
personales influyen en la vida laboral y viceversa” , ahondando en la
búsqueda de lo que está entre, a través y mas allá de las disciplinas mismas,
visto en términos educativos y organizacionales; una nueva forma de vivir y
convivir en la humanidad.
Bibliografía:
Artiles,
S. (2002). Las redes del conocimiento como producto de la gerencia de la
información en ambientes académicos. Gestión del conocimiento. Editorial
Académica, Madrid.
Del
Moral, H., Pozos, J. y otros (2007). Gestión del Conocimiento. Thonson Editores
Spain, Paraninfo, España.
Valhondo,
D. (2003). Gestión del conocimiento. Del mito a la realidad. Ediciones Díaz de
Santos, Madrid.
Zambrano, J. (1997). PNL para todos. Venezuela. Alfadil ediciones.
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